La uretra es el conducto que comunica la vejiga urinaria con el exterior, y su orificio externo por donde sale la orina recibe el nombre de meato uretral.
Tanto en el varón como en la mujer el conducto uretral ha de poseer dos cualidades igual de importantes: anchura y elasticidad, para que así la micción sea siempre fácil y satisfecha.
La obstrucción al flujo urinario puede localizarse en el mismo orificio de salida (meato uretral) o también a lo largo del conducto que transporta la orina (uretra) hacia el exterior.
La uretra es un conducto muy sensible y delicado, y como tal ha de ser tratado cuando a través de él se realizan las exploraciones endoscópicas del tracto urinario inferior y superior.
La uretra en la mujer tiene una disposición rectilínea que posibilita la fácil introducción de una sonda para el vaciado vesical a diferencia de la propia del varón que posee un doble trazado curvilíneo marcado por la presencia del ángulo peno-escrotal y de una porción bulbo-membranosa que es donde el conducto urinario cambia de dirección para así atravesar el diafragma urogenital y entrar en la cavidad pelviana.

– Diagrama de un corte coronal del pene y de la uretra que muestra sus partes estructurales y su división anatómica (Koll, 1918).

– Corte sagital de la pelvis menor de un varón que describe el tracto urinario inferior formado por la vejiga y la uretra (Cooper, 1920).

– Diagrama de un corte sagital del pene y la uretra con su división anatomo-quirurgica: 1) Meato Uretral y Fosa Navicular, 2) Uretra Pendulans, 3) Uretra Bulbar, 4) Uretra Membranosa o Esfinteriana, 5) Uretra Prostática y 6) Cuello Vesical (Tonkin, 2009).