La evolución de una estenosis uretral de etiología esclero-inflamatoria (uretritis crónica infecciosa, liquen esclero-atrófico), es la de empeorar lentamente a lo largo de los años extendiéndose por toda la uretra anterior del varón (enfermedad panuretral).
Por el contrario las estenosis de uretra de origen traumático (golpes directos en el periné, caídas en horcajadas), una vez se delimitan en su gravedad y extensión al cabo de un mes aproximadamente, ya no cambiarán en sus características con el paso del tiempo.
Lo que es evidente que sí empeora la evolución de una estenosis uretral (ya esté localizada en su inicio en el meato uretral, o en los tramos peneano y bulbar), es el clásico «manejo uretral» que consiste en someter al paciente a repetidas dilataciones de su conducto uretral alternándolas con cortes endoscópicos o uretrotomías internas, lo que en definitiva hace que progrese de forma muy negativa la enfermedad estenótica que sufre el paciente.
Si debido a la continua manipulación de la estenosis uretral con sondas y sondajes del tipo que sean se provoca una infección de orina, entonces la gravedad de la estenosis aumenta de forma muy evidente y el paciente sufrirá una mayor dificultad y dolor durante cada una de sus micciones con la posibilidad añadida de padecer episodios de fiebre elevada.
– Uretrografía retrógrada en un paciente de 75 años de edad: se muestra una estenosis arrosariada de toda la uretra anterior.
– Dilatadores uretrales diseñados por Charles Phillips en 1858.