El paciente que padece una estenosis uretral de larga evolución, como es el caso de los hipospadias multioperados, con el transcurso de los años consigue adaptarse a una forma incómoda de orinar que se caracteriza por un chorro muy fino e intermitente, un lento vaciado de la vejiga y un marcado goteo postmiccional, incluso la persona puede llegar a tolerar el dolor y el escozor uretral provocado por las infecciones urinarias recurrentes que se asocian con la obstrucción miccional crónica.
Sin embargo, con el paso del tiempo la vejiga, que es a la vez depósito y motor para la eliminación de la orina, irá perdiendo su capacidad contráctil o fuerza expulsiva y no logrará vencer el obstáculo físico que representa una estenosis uretral de larga evolución abocando al paciente a una retención urinaria de tipo agudo o crónico.
La vejiga urinaria que se enfrenta de forma crónica a una estenosis uretral, la llamada «vejiga de lucha», sufre unos cambios anatómicos irreversibles que se traducen en un engrosamiento de su pared, aparición de divertículos y disminución de su capacidad de almacenaje. En un momento determinado la vejiga de lucha puede claudicar o desfallecer y será entonces cuando la presión obstructiva se transmitirá a las vías urinarias altas y a la corteza de los riñones, disminuyendo su capacidad para filtrar y depurar la sangre y provocando la insuficiencia renal.
Los procedimientos quirúrgicos para reconstruir el conducto uretral o técnicas de uretroplastia si bien exigen mayor esfuerzo de aprendizaje, trabajo y dedicación por parte del urólogo responsable, tienen siempre como principal objetivo la curación definitiva de estos olvidados pacientes en los que cada intento por vaciar su vejiga se acompaña de una constante preocupación y de un inmerecido sufrimiento.
A diferencia de la cirugía reconstructiva de la uretra, las interminables sesiones de dilataciones uretrales periódicas o los llamados «calibrajes uretrales» constituyen un remedio paliativo, no quirúrgico, fácil de proponer por parte de aquellos urólogos no comprometidos con la búsqueda de una solución definitiva para la estenosis uretral de larga evolución, pero que en mi opinión resulta difícil de aceptar si la intención del médico es curar la enfermedad que sufre el paciente.

– Cistouretrografía miccional en un paciente de 55 años de edad con una estenosis uretral de larga evolución: se observa una importante dilatación de la uretra supraestenótica y una vejiga de lucha con divertículos.