Ni la repetición de uretrotomías internas (con láser o sin él), ni ser sometido a inacabables programas de dilataciones o calibrajes uretrales sirven para curar la estrechez de uretra de un paciente. Cuanto más frecuentes sean peor para el paciente y también para la parte de su uretra que aún permanezca sana; sólo van a conseguir empeorar la situación.
Las sesiones de dilatación deben suspenderse siempre con semanas de antelación a la práctica del estudio radiológico (uretrografías retrógradas y cistouretrografías miccionales) con el propósito de dejar la uretra en reposo y que no se enmascaren las lesiones ya existentes en el conducto urinario dañado.
Es muy aconsejable que sea un urólogo con formación y experiencia en cirugía reconstructiva de la uretra quién revise estos resultados y recomiende con intención curativa la uretroplastia más conveniente para el paciente.

– Sondas uretrales metálicas y de goma (Catálogo Drapier, 1912) –