Las uretrografías retrógradas junto con las imágenes miccionales son indispensables para el estudio de la patología uretral preoperatoria. Deben realizarse siempre con suma delicadeza, a ser posible en manos del urólogo responsable formando equipo con el técnico radiólogo, y mediante un aparato digital.
Es una mala práctica efectuar la uretrografía retrógrada introduciendo una sonda foley en la uretra peneana e hinchar su globo en ella, ya que esto no sólo impide visualizar toda la uretra, sino que al provocar dolor y daño al paciente se inhibe o frena su posterior deseo miccional. Una vez bien llena la vejiga con contraste de forma retrógrada (a baja presión, sin sonda y siempre bajo control fluoroscópico) o en algunos casos por vía endovenosa, se debe colocar la mesa radiológica en posición vertical. Esto permitirá al paciente orinar de pie (muy importante), en posición algo lateralizada, a solas, sin prisas ni agobios y con la luz de la sala atenuada. ¡Con tiempo y paciencia se puede conseguir!

– Uretrografía retrógrada mediante cánula adaptada al meato uretral –