En el siglo XXI ya no resulta correcto utilizar sondas dilatadoras del tipo que sean para tratar una estenosis uretral en un paciente operado de hipospadias en la infancia, y menos aún sin conocer el estado actual del conducto uretral del paciente ya que la estrechez puede afectar a la antigua uretroplastia, a la uretra propia o a ambas.
En todo paciente con antecedente de cirugía de hipospadias en su niñez es imprescindible llevar a cabo una minuciosa exploración física genital con el fin de valorar el estado de los tejidos cutáneos locales, la presencia de cicatrices, orificios fistulosos o de incurvaciones en el cuerpo peneano.
Para conocer con detalle la localización, extensión y aspecto que tiene una estenosis uretral en un paciente operado de hipospadias es muy importante realizar los estudios de uretrografías retrógradas seguido de las cistouretrografías miccionales. Mediante estas exploraciones radiológicas conocidas también con las siglas UR + CUMS se obtiene información acerca de la gravedad de la estenosis y su repercusión miccional obstructiva que no sólo afectará al tracto urinario inferior del paciente (uretra posterior y vejiga), sino que en ocasiones repercutirá también sobre sus vías genitales (reflujo vesículo-deferencial y epididimario).
Un urólogo con formación, criterio y experiencia en cirugía reconstructiva de la uretra y en especial en el tratamiento de estenosis secundarias a hipospadias multioperados, deberá ser el responsable de proponer al paciente una nueva reconstrucción de su uretra con el propósito de curar la enfermedad estenótica.

– Incurvación y cicatrices peneanas en paciente con hipospadias multioperado –