Una estrechez o estenosis del orificio externo de la uretra (meato uretral) ocasionada por la enfermedad cutánea de liquen esclero-atrófico no se solucionará nunca con dilataciones ni autodilataciones, ya que lo único que van a conseguir estos procedimientos de «manejo uretral» es hacer que la enfermedad estenótica empeore en intensidad y progrese en longitud.
Si la estenosis del meato uretral causada por liquen escleroso afecta sólo a unos pocos milímetros del conducto uretral distal el tratamiento más aconsejado consiste en la resección cuidadosa de todo el tejido enfermo (que será remitido para estudio biópsico), y en la posterior sutura cutáneo-mucosa que permitirá la apertura del orificio uretral (meatostomía) sin modificar su posición. Tras finalizar el periodo de cicatrización quirúrgica se recomienda aplicar sobre los tejidos locales de forma intermitente y prolongada una crema con corticoides potentes para evitar que el liquen esclero-atrófico pueda reaparecer.
En caso de que la enfermedad cutánea del liquen esclero-atrófico no se limite sólo al meato uretral sino que también invada y se extienda en unos centímetros hacia la uretra navicular o uretra del glande provocando su estenosis, entonces la indicación quirúrgica será la de realizar una meatoplastia empleando un injerto de mucosa oral para sustituir a la uretra enferma.
En mi opinión la edad de un paciente no debe ser nunca un motivo o un obstáculo para que el urólogo desestime llevar a cabo la cirugía reconstructiva de su uretra y en su lugar lo condene a sufrir dilataciones o autodilataciones uretrales a perpetuidad utilizando para ello sondas de tipo metálico o sondas plásticas autolubrificadas.
Todo paciente se merece la oportunidad de curar de forma definitiva su estenosis de uretra por compleja que ésta sea si se emplean con criterio y experiencia las diferentes técnicas de cirugía reconstructiva.

– Estenosis del meato uretral causada por liquen escleroso en un paciente de 46 años de edad.