La uretra enferma de estrechez se rompe, se abre y se vuelve a cerrar con el paso del dilatador o tras hinchar y deshinchar la sonda balón dilatadora.
Con cada dilatación no sólo sufre el paciente sino también el resto de su uretra sana que termina por transformarse en un conducto rígido y estrecho al perder su natural elasticidad.
La dilatación uretral menos traumática es la que no se realiza. Existen diversas técnicas quirúrgicas que utilizan colgajos cutáneos, injertos o la combinación de ambos, con las que se puede realizar la reconstrucción del conducto uretral enfermo de estrechez o estenosis.

– Dilatación de la uretra con sonda metálica (Watson, 1908) –